miércoles, 24 de diciembre de 2014

Tres ex hombres de los Castro hablan de la nueva era Cuba-Estados Unidos

Por Pedro Schwarze
Publicado en La Tercera el 21 de diciembre de 2014


Deben ser los tres grandes desertores que ha tenido el régimen cubano, si acaso ese término puede aplicarse a un ex alto funcionario civil y a un intelectual. Por eso su opinión sobre el anuncio del histórico cambio de política de Estados Unidos hacia Cuba y la decisión de Raúl Castro de abrirse al diálogo con Barack Obama resulta tan relevante. Se trata del general Rafael del Pino, del escritor Norberto Fuentes y de Alcibíades Hidalgo, el ex secretario político de Raúl Castro.Los tres viven actualmente en Estados Unidos.

Del Pino fue un combatiente que peleó en la Sierra Maestra y que llegó a ser el vicecomandante de la Fuerza Aérea cubana, hasta que huyó junto a su familia a bordo de una avioneta Cessna en 1987. Fuentes fue el cronista favorito del régimen y se codeó con los hermanos Castro hasta que en 1989 salió de hard core cubano y logró dejar la isla en 1994 por una mediación en la que intervinieron, entre otros Gabriel García Márquez, Felipe González y Carlos Salinas de Gortari. Hidalgo, periodista de profesión, trabajó estrechamente con el actual gobernante cubano y fue embajador de Naciones Unidas, pero cayó en desgracia y pudo escapar hacia Estados Unidos en 2002.

La Tercera conversó con ellos sobre el anuncio del miércoles del próximo restablecimiento de relaciones entre La Habana y Washington y la nueva era que se abre en el tono de los contactos entre ambos países. De hecho, los tres coinciden que se trata de un giro histórico, que cambiará radicalmente las últimas cinco décadas y que las primeras muestras de eso ya se están notando en Cuba.

“El anuncio del miércoles fue un punto de viraje de la historia de Cuba desde el triunfo de la revolución de Fidel Castro. Es el equivalente en términos cubanos a lo que pudo haber sido la caída del muro de Berlín. Y ya está teniendo un efecto —sobre todo sicológico— en la población cubana. Se ha anunciado el fin de la hostilidad con el enemigo tradicional, el enemigo que siempre, supuestamente, estaba dispuesto a destruir ese país. Y no hay lugar a dudas de que hay una voluntad de terminar este diferendo tan prolongado”, destacó Alcibíades Hidalgo.

Para Fuentes, el autor de Dulces Guerreros Cubanos y La autobiografía de Fidel Castro, la gente en Cuba recibió la noticia con mucha alegría, ya que “se ha quitado un poco un chaleco de acero que tenía encima, una camisa de fuerza. Casi todos jóvenes están locos por venir a Estados Unidos, toda una generación loca por venir, y si se establecen relaciones con Estados Unidos puede tender a equilibrar la sociedad cubana. Si tu puedes viajar a EE.UU., hacer negocios con EEUU, si puedes intercambiar comercial, social y culturalmente ya no tienes necesidad de irte de Cuba”.

Además, sostuvo que la presión por salir ya estaba “muy amortiguada desde que todo el mundo puede viajar” por el cambio de la política migratoria aplicada por el gobierno cubano. “Esto es la quilla del acorazado directo contra la Ley de Ajuste Cubano (que permite a los isleños pedir la residencia en Estados Unidos en caso de estar en su territorio), eso va a desaparecer inmediatamente”, destacó.

Para el general Del Pino hace mucho que Estados Unidos y Cuba debieron haberse sentado a negociar. Sostuvo que hace años Raúl Castro dio el primer paso en varias ocasiones al llamar directa y públicamente a eso. “Pero como dice el refrán más vale tarde que nunca”. “Hace siete años escribí un artículo, por el cual muchos pidieron mi cabeza, donde sugería a la entonces Administración Bush casi todas las medidas iniciales que ha tomado Obama ahora”. En ese artículo quien fuera el segundo hombre de la Fuerza Aérea cubana destacaba que ”el mejor escenario puede estar en la mesa de negociaciones entre el gobierno de Estados Unidos y el gobierno de Cuba. No para discutir los asuntos que corresponden solo a los cubanos sino para acabar de una vez con el casi medio siglo de diferendo”.

De esta forma Del Pino, quien fue considerado hasta su salida como un héroe en Cuba por su participación en Bahía de Cochinos, destacó que “el tema del multipartidismo y la celebración de elecciones libres en Cuba es un asunto a resolver exclusivamente por los cubanos donde los norteamericanos no tienen tampoco ningún derecho a inmiscuirse”.

Para Alcibíades Hidalgo, lo que Raúl Castro ha hecho es romper “con la médula espinal del castrismo que es la hostilidad hacia Estados Unidos. En ese sentido sí creo que ha habido una ruptura (del gobierno de Raúl Castro) con la herencia de Fidel Castro.

“Cuba ahora está en una nueva situación. Es ahora la niña querida, la joyita que todos quieren. Obama está de cabeza contra Putin y si todo esto es un golpe bajo contra Putin, también le da un precio mayor a Cuba. Porque Obama reconoce que la puerta de acceso para América Latina es de alguna manera Cuba”, destacó Norberto Fuentes.

Precisamente para Hidalgo, con el futuro restablecimiento de relaciones con La Habana, “Estados Unidos se quita una espina molesta en su relación con América Latina, en una situación que deja a un lado una hostilidad que no tenía respaldo internacional y que a lo largo de los años, ese diferendo fue dejando solo a Estados Unidos y Cuba”.

“Es lógico que después de medio siglo de hostilidad habrá recelos y dudas por ambas partes. Este es un proceso lento que requerirá un monitoreo constante y reuniones periódicas para evaluar el desarrollo del mismo, pero si China y Vietnam lo lograron, porqué no lo podemos lograr los cubanos”, destacó Del Pino.

Al referirse al futuro que se avecina, el jefe de despacho de Raúl Castro cuando éste era el número dos del Partido Comunista de Cuba, afirmó que para el gobierno de la isla "va a quedar cada vez más claro que tiene que cambiar, que no puede hacer promesas en el vacío. Hay mucha gente que está esperando ver como Cuba rompe esta posibilidad que se abre, pero parece que en esta ocasión se ha llegado demasiado lejos y hay muy pocas oportunidades de volver atrás”.

Para Norberto Fuentes, lo próximo que tendrá que venir es el fin del embargo y que la historia la construirán las nuevas generaciones que gobiernen en Cuba, ya no los Castro. “Tiene que acabar por levantarse el embargo. Es muy difícil aferrarse a eso. Eso se tiene que caer. Aparte que ahí (en Cuba) hay un equipo nuevo que vendrá después de Raúl, que está loquito por tener relaciones con Estados Unidos, que le gusta vivir bien. Hay un cambio generacional en el país, que decidirá y determinará las nuevas relaciones”.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Por quién doblan las campanas

Por Norberto Fuentes

Publicado como “Le campane di Cuba per gli sconfitti della storia” en La Reppublica
el 18 de diciembre de 2014, y en ABC el 19.


Desconozco la cantidad de campanas que queden en las iglesias de La Habana, así como el número de iglesias, pero todas comenzaron a doblar, hoy, al unísono, en inequívoco expresión de festejo al saberse la noticia del intercambio de prisioneros entre Cuba y Estados Unidos y las medidas que se pondrán rápidamente en vigor para el establecimiento de un nuevo orden en las relaciones entre los dos países vecinos, incluidas primordialmente la apertura de embajadas en ambas capitales y la liberalización de casi todas tuercas del embargo que atenazaban a la economía cubana. Es indudable (para hablar en los términos militares que encantan a los cubanos) que el gran vencedor es Raúl Castro y que estamos ante un equivalente del descalabro de Bahía de Cochinos, solo que en este caso, la derrota no afecta al gobierno de los Estados Unidos. Es un desastre para el solo consumo de los cubanos de Miami.

Lo importante es que ha llegado el momento. No es la primera vez que Cuba y Estados Unidos intercambian prisioneros, o que Obama afloje algunas medidas del embargo (aunque estas de hoy rebasen con creces cualquier otra vuelta de tuerca en sentido inverso anterior). Pero si es la primera vez que los presidentes de los dos países establecen una conversación seria y que es una conversación que cambia —subrayen ese cambia— las cosas, empezando por la forma en que un país ve al otro. . Es un diálogo —aunque Miami, y toda la derecha cubana quiera interpretarlo como política—, que no se produce en ese ámbito, porque —también por primera vez— se trata de responder a los intereses, los de Cuba y los de Estados Unidos. Los dos respondiendo a sus conveniencias nacionales y la política no se alza en el medio. Y por lo tanto, deja de ser una obstrucción. Y en ese sentido la victoria ya no es de nadie, porque no se personaliza. Pertenece a la razón. Y en el caso de Obama —ahora es su turno para las sinecuras— significa que él está gobernando. Tal su gran lección y a la larga se consolidará como su más perfecto legado: gobernar en los famosos últimos dos años, cuando es tradición histórica que ningún presidente americano ha podido hacer ni pitoche en ese período.

Desde que Raúl asumió el poder y además se dio cuenta que Fidel no tenía regreso, su objetivo ha sido el de trazar las diferencias de método con el hermano. Él también, pues, está demostrando algo en su trato inaugural con Obama: que en Cuba se puede gobernar de otra manera. El reinado de Fidel era la confrontación. El de Raúl, ya lo vemos, la negociación. Es decir, quiérase ver así o no, los dos presidentes han logrado algo sobresaliente: conversar, abrir sus embajadas y comunicarse como dos estadistas, y no como chiquillos malcriados que en vez de pistolas plásticas han sido armados con Kalashnikovs y drones. Vamos, que no otra cosa aquí es trascendente: dos hombres han decidido ejercer los poderes de que disponen para interactuar entre ellos sin dejarse ni manipular ni intimidar. Los profetas armados se deshacen de los desarmados.

En este orden de cosas, no por gusto Raúl Castro, en su comparecencia por la televisión para explicar los acuerdos, se presentó de completo atuendo militar, todos sus entorchados a la vista, y la voz más grave que nunca. Le tira su sinecura a Obama —“merece respeto”— pero deja claro para cualquier cabeza caliente que él tiene los tanques.

De hecho, fue una política que duró demasiado. Estuvo teledirigida por un grupo muy rencoroso de desplazados de la sociedad cubana pero que se hizo del poder que le otorgaba controlar los votos en el sur de la Florida. Votos que, por lo que le queda de vida, a Obama le importan ya un comino.

Para terminar, queda un personaje no mencionado aún en la algazara de la noticia pero que está de cabeza en el potaje. El camarada Vladimir Vladimirovich Putin. Es visible la lógica del razonamiento de Obama: te voy a golpear donde te duele: Te voy a arrebatar al hijo pródigo, o por lo menos, a retozar con él. Un hijo prodigo que además se vuelve loco por negociar.

Hace pocos años, cuando Fidel fue dado de baja por su crisis intestinal y tuvo que renunciar a todos sus cargos, Miami se apresuró a darlo por muerto y se produjo una fiesta interminable, con congas, guarachas y tambores, en un emblemático restaurante de la calleo Ocho de esta ciudad —el Versailles, centro de reunión de los viejos exiliados y que suelen llamar El Pentágono. Lógico que ahora no oigas allí los tambores. La moraleja es evidente. Donde las campanas repican, los tambores callan.

jueves, 18 de diciembre de 2014

"Raúl logró distanciarse
por completo de Fidel"

Por Pedro Schwarze
Versión extendida de la entrevista publicada en La Tercera el 18 de diciembre de 2014

Un triunfo compartido. Para el escritor cubano Norberto Fuentes —ex miembro del círculo de hierro de los Castro—, el anuncio de ayer es un logro de Barack Obama y Raúl Castro por haber echado por tierra una política de confrontación que se extendió por cinco décadas. En todo caso, para el autor de Dulces Guerreros Cubanos y Hemingway en Cuba, se pudo llegar a este acuerdo gracias a que Fidel Castro “supo resistir”, a que Raúl Castro actuó con pragmatismo y a que Obama dio el primer paso.

¿Quién gana con este anuncio hecho por Obama y Raúl Castro?

Creo que ganan los dos a partes iguales. Gana una nueva visión de la política, de la política en el mejor sentido. Por primera vez en 50 años dos presidentes, cubano y americano, se sientan como dos estadistas a hablar seriamente de los intereses de ambos países, sin presiones de los grupos externos y con intereses exógenos a esos países. Ese es el gran triunfo, que se ha abierto un diálogo serio y que cambia radicalmente todo lo que ha pasado en los últimos años entre Cuba y Estados Unidos. Para Raúl esta es una victoria formidable, porque él ha logrado el distanciamiento completo de Fidel, de la política de confrontación y establecer un poco su sueño que siempre ha querido, de una república normal. El gobierno cubano y el gobierno americano estaban interrelacionándose sobre la base de una política que caducó hace muchos años. Eso importante para analizar la reacción que van a tener la derecha de Miami, que será muy amargada, porque ellos están en otra época. En ese sentido este es un segundo Playa Girón (Bahía Cochinos, 1961).

¿Cree que Fidel Castro habría llegado a este acuerdo con Obama?

Hemos llegado hasta este punto gracias a Fidel Castro, porque él supo resistir. Y lo de hoy es una continuidad. De cualquier forma a Obama, a Cuba y a Raúl se les facilitó que Fidel haya estado retirado, pero esto era una cosa que se caía por gravedad. Además, el objetivo final siempre fue ese, el abrazo con el enemigo, y el único capacitado para el abrazo con el enemigo es el más fuerte. Ese abrazo se acaba de dar y lo dio Raúl Castro. Y es una continuidad, en cierto modo, de Fidel Castro. Raúl Castro, por sus características personales y políticas, nunca hubiese podido llevar ese pueblo a resistir 50 años.

¿Fidel estará de acuerdo con este acuerdo alcanzado?

Qué más da. Eso es especular. Y él está en su poltrona, tranquilito.

Pero políticamente Fidel Castro aprovechó esa confrontación con Estados Unidos, ¿no?

Sí, claro, él jugó con Estados Unidos como quiso. Pero no estaba en los planes originales. El que más empujó, con el apoyo del Che, con ir hacia el comunismo, en una actitud casi suicida y ciega, fue Raúl Castro. Fidel decía: “Aguanta, aguanta, no es el momento”. El que aguantó todo eso fue Fidel porque tenía su cabeza otra cosa. Fidel no quería el comunismo de esa manera. Él se hizo leninista pero para tomar el poder, no para hacer un país comunista. El quería estar más en la onda de Gandhi, de Nasser, de Tito, de Perón. Estaba en la apuesta de ser un líder mundial tercermundista. Estados Unidos, en su torpeza, lo llevaron a los brazos de los soviéticos, y los soviéticos aprovecharon muy bien la jugada. Pero todo esto es historia.

En todo caso ahora Raúl actuó como un gobernante muy pragmático.

El siempre fue mucho más pragmático y en algunos casos mucho más audaz que Fidel. El tipo que inauguró en el mundo el secuestro de americanos fue Raúl Castro, cuando cogió a un grupo de marines en 1958 y obligó a los americanos a negociar con él y no darle más armas a Batista.

¿Quién pierde con este acuerdo?

Desde el punto de vista de Obama es una jugada magistral en relación con Putin, porque le está diciendo que voy a empezar a negociar con tu hijo pródigo. Para Putin es una derrota. En todo caso Raúl sabe guardar la ropa. No va a deshacerse de su retaguardia rusa. Sería suicida. Porque si los cubanos se enfrentan con los rusos, con los chinos y con todo el mundo, Raúl sabe que los americanos se lo tragan. De una zampada. Raúl Castro aquí traza su indeleble línea roja —y los americanos lo saben. Como decía Churchill, si peligroso es ser enemigo de Estados Unidos, más peligroso es ser amigo.

¿Por qué Raúl buscó este acuerdo en este momento?

Fue un acomodo de los dos. Las cosas en política se van acomodando por gravedad o porque es el momento. En todo caso el que dio el primer paso fue Obama. Raúl no ha variado su política. El que la varió fue Obama.

martes, 9 de diciembre de 2014

¡Felicidades!

Foto: Anna J.
La doctora De la Torre dando calor. Es un leñito.
 En algún lugar de Virginia, el 14 de noviembre de 2014.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Aaron en Virginia

Crónica navideña en dos imágenes
y un solo diálogo

“Ni se les ocurra sacarme de aquí adentro”



lunes, 22 de septiembre de 2014

sábado, 23 de agosto de 2014

Mi querido Silvio,

Te hayan mandado o no, cuidado,
porque estás liquidado.


Norberto.

jueves, 13 de febrero de 2014

zzzzzzZZZZZ


A mis queridos lectores

~ Incluidos eventualmente los de la NSA, la Policía del Condado, Inmigración (aquí), Inmigración y Extranjería (allá), la Real Policía Montada (uno nunca sabe cuándo va a visitar Canadá), pero sobre todo el equipo de lo que Vladimir Nabokov —en su caso— llamaba su “policía particular”, es decir, las oficinas de la NKVD que lo controlaba desde Moscú, y que en el mío son los compañeros del equipo que me monitorea desde La Habana ~

Tengo a bien informar que, no solo he cerrado todas mis cuentas de Skype y otros servicios análogos, y los correos electrónicos y los Explorer y cualquier cosa que le cuelgue, sino que he tomado dos medidas adicionales para ver cómo diablos se las arreglan ahora para jaquearme o para enterarse de lo que estoy preparando o con quién me comunico.


UNO:
Este blog entra en estado total de hibernación. ¡Hasta nuevo aviso, camaradas!


DOS:
Acabo de adquirir una maravillosa Royal Epoch Portable Manual Typewriter que ni siquiera es electrónica. ¡Nada que se conecte a un enchufe! Ha sido como renacer. De nuevo al galope con una maquinita de escribir portátil, que si no asaltan la casa y se me paran por detrás del hombro, para ver lo que estoy tecleando, no va a haber forma de que se enteren. Basta de huevadas, ustedes sentados muy cómodos en sus oficinas de seguimiento y dando repaso a cuánta palabra uno escribe. Diciendo: ¿En qué capítulo dejó este la novela ayer? A partir de ahora, compren los libros, caballeros. Yo tengo que vivir de algo, aunque sea de la policía. Mirad esos carretes churriosos, viejos, llenos de moho, chirriantes y los dedos impregnados de tinta rojinegra. Qué maravilla, Dios. La última Royal portátil que quedaba en los almacenes del Imperio. Mía.



Foto: Niurka de la Torre.

martes, 21 de enero de 2014

Iván retrospectivo

El texto de Raúl Rivero a propósito de la retrospectiva de Iván Cañas presentada por la Cuban American Phototheque Foundation en el Birdv Road Art District.

Iván Cañas nunca hizo fotos para el futuro. Su trabajo disponía del espacio infinito de la hoja del almanaque del mes que corría. Encontrar la imagen en una realidad ardiente y fugitiva, el leve susurro del obturador y la penumbra del laboratorio era un ciclo subordinado a la esfera del reloj que marcaba la hora de cierre de una revista. No. Él no pensaba en el porvenir, pero ahora que estamos en lo que debe ser el porvenir de aquél tiempo que empezó en los años sesenta, sabemos que su obra es un testimonio gráfico de casi medio siglo de la vida en Cuba.

Cañas tampoco se propuso retratar una época. Como reportero tenía que fotografiar pequeñas historias, momentos, episodios de la existencia de un hombre o de un grupo humano. Nada más. Lo que pasa es que sus reportajes se hicieron siempre con el oficio custodiado y asistido por la visión de un artista.

En solitario, por vocación, con la banda sonora de una guitarra que más nadie escuchaba y con el apoyo de la sabiduría de su maestro Raúl Martínez, Cañas se las arregló para emparentarse, sin comprometer su originalidad, con el legendario fotógrafo suizo-estadounidense Robert Frank y con su discípulo Luc Chessex, otro suizo, esta vez casi cubano, que era capaz de ver, a las cinco de la tarde en La habana, el color del cielo de Ginebra.

Allá lejos (hablo de años y de geografía) el artista encontró sus serventías particulares y por ellas llegaba —llega— a las personas y a los universos que quiere en su cámara. No se trata de pasar a toda prisa para dejar fijo un instante en el papel. Este hombre busca la manera de comunicarse con el objetivo que aparece en el lente porque entiende que esa es la vía para trasmitir los mensajes de los rostros y descubrir las claves de los gestos que componen el relato interior.

El cuento que narra el silencio de los hombres y mujeres que Cañas retrata suele tener el sustento de una banda insonora. Es el entorno donde el fotógrafo los pone a posar con aire solemne o divertido y con la incertidumbre que produce siempre la ilusión de que con una foto se puede alcanzar la inmortalidad. Ellos están ahí en su medio natural y la máquina de fotografías los dejará eternamente en los sitios queridos. Eso es lo que dice la mirada de aquellos sepultureros inocentes frente a una hilera de tumbas. Y es el recado del señor rodeado de palomas. Está seguro de que ninguna se le irá volando por una de las cuatro esquinas de la foto.

El periodista tiene sus encargos y el artista otros. Iván Cañas los ha resumido y los une con su talento. Los hace expresarse al mismo tiempo en la armonía de las luces y las sombras porque, para él, donde único se aprecia de manera auténtica la diversidad y la riqueza de la vida es en la inmensidad del misterio de las fotografías en blanco y negro.

Esta retrospectiva nos acerca a una figura muy importante de las artes plásticas de América Latina. Un reportero con corazón de poeta. Alguien que retrató y tiene en la cabeza y en su archivo la Cuba que más quiere. Y la revela ahora en la libertad del exilio donde está acreditado como Enviado Especial al porvenir.

lunes, 20 de enero de 2014

Scorsese era un bobo

Digo yo, si se iba a comparar con nosotros. Pero nada personal. La historia es que yo había publicado un segundo reportaje sobre la mafia en Cuba. Viene, inevitable, una cacofonía. La mafia en Cuba en Cuba. La revista, quiero decir. Era mi segunda etapa en esa publicación y ya había abandonado toda esperanza de recuperar mis glorias como el más innovador de los periodistas revolucionarios. Era la etapa —a mediados y finales de los 70— que Aurelio Martínez, el director, creo que el sexto en la sucesión de directores desde el primer número de abril de 1962, tenía su concepción del periodismo. La revista tenía que ser como una bodega —tales sus palabras. O sea, a sus espaldas, en su despacho, los estantes repletos de reportajes que él escogía al saco para su publicación.
Nostalgia por anticipado en una dramática
dedicatoria de Wichi: Para mi socio Norberto
Fuentes, por esta ya larga hermandad

que solo acabará en la muerte.

Aurelio mullido en la silla giratoria pontificando sobre las bondades del almacenamiento, la silla giratoria que una vez ocupara Lisandro Otero y por lo cual nosotros, desalmados subordinados suyos, de Lisandro quiero decir, le dimos en llamar “Toro Sentado” —nunca levantaba el culo de aquella silla— pero que dirigió la mejor revista de la Revolución Cubana y me enseñaba, me prestaba libros, me ponía en el camino (como dicen los editores de The Paris Review, los escritores son como los gatos: desconfían de los demás gatos, pero son solícitos con los cachorros). En esa etapa de rehabilitación luego del caso Padilla, ganarse la vida no era tanto un imperativo como el de mantener una conducta de perfil bajo sostenido mientras yo terminaba el mamotreto de Hemingway en Cuba. Fue entonces que, al parecer, decidí plagiarme yo mismo, seguramente un mes de baja productividad, sin nada para abastecer la bodega de Aurelio. Revisaba mis viejos ejemplares de la revista cuando “Vía libre al sindicato del juego” apareció entre mis manos. El número de marzo de 1968. Todo me lo había dictado mi padre que, en mejores épocas para él, había llevado las relaciones públicas de Santos Traficante en La Habana. Marzo quiere decir que el viejo me lo dictó en febrero. Era mi norma de trabajo. “La mafia en Cuba”, publicado en agosto de 1979 tuvo un éxito inesperado. Cayó en manos de Luis Rogerio Nogueras, el inefable Wichi el Rojo. Decidió que íbamos a hacer esa película. Él tenía los contactos en el ICAIC. Tenía los directores. Y nos íbamos a buscar “UN PAQUETÓN DE PESOS”. Yo escribí la primera parte de lo que sería una escaleta con mi máquina Erika 30 de la República Democrática Alemana, que para mi asombro actual mantenía los tipos en perfecta alineación. Advierto que todo lo que cuento en esa media cuartilla responde a hechos reales. Wichi, con una máquina eléctrica —regalo de su madre Gloria, que vivía en Venezuela desde 1956—, empezó por atrás lo que iba a ser el guion, aunque con bastante animadversión por los amigos de los amigos. “Coño, Wichi”, yo le decía, “así no se puede hacer una película. Si vas a empezar por cogerle tirria a tus personajes”. “Tú no sabes de esto, Chop” —era una de las formas que tenía de llamarme: Chop—. Decía “Chop” y era como si un policía dijera Stop! Tú te detenías. “Pero, Wichi, tenerle mala voluntad a tus criaturas”. “Nada. Tú, sígueme. El mundo hablará de nosotros”. “Son los amigos de los amigos, Wichi”. “Ya verás, ya verás”. “Uno quiere a los amigos de los amigos, Wichi”. ”Verás, tú verás lo que es una película de mafiosos”. “Los quiere y los teme, Wichi”. “Chop”. “¿Tú no quieres oirme?” “Chop”. ”Sí, claro”. Chop. La pantalla se oscurece.



Una versión notablemente aumentada del texto se reserva para el libro en preparación Peligros de la memoria.

martes, 7 de enero de 2014

Felicidades, Crochita


Mira, según Granma, cómo estaba el mundo el día que tú naciste. Y ni una palabra sobre el advenimiento de la producción de los compañeros Carlos de la Torre e Idelisa García.

Y te llamaron Niurka, porque sonaba a babé bolchevique. Sin imaginar que te nombraban con el diminutivo que se aplica a las Anniushkas en los alrededores de Moscú. Es decir, te llamaron Anita. Pero eso lo dominan pocos. Y tu nombre sigue susurrándose como el de una agente de la Cheka que avanza sigilosa en la nieve. “Nadie que sea una Doctora Niurka”, dice el poeta Raúl Rivero, “puede ser ignorada por los servicios clandestinos”.

Pero —dato importante para tu conocimiento— ese mismo periódico cuya primera plana es rescatada para esta celebración suele destacar los trabajos de un reportero de ya 22 años que tampoco tiene la más mínima idea del acontecimiento principal de la jornada, que es tu nacimiento. Tendrán que pasar 25 años, 2 meses y un día, hasta el viernes 7 de marzo de 1991. Entonces verá sobre un pálido rostro quizá levemente distante el resplandor de unos ojos que Modigliani acababa de dibujar y se dirá: ¿Y a quién tengo yo que matar para apoderarme de esta niña?